Comenzar un negocio o emprendimiento puede parecer un asunto emocionante, pero en realidad requiere una enorme cantidad de trabajo y constante compromiso. Hay varias formas de empezar: comenzar una empresa desde cero, comprar una en funcionamiento y desarrollarla, adquirir una franquicia confiable o encargarse del negocio familiar. Si bien cada forma tiene sus propias características, estos consejos son prácticamente comunes a todas.
Crear los productos o las ideas
¿Tiene una buena idea que usted cree que puede monetizar? Ahora es el momento de ir más allá, tome apuntes empiece a escribir sus ideas.
Ponerlas por escrito le va a ayudar a ajustarlas. Por escrito, los errores comienzan a “saltar” en forma más evidente.
Se debe:
Observar el entorno, ver qué cosas están faltando, qué necesidades insatisfechas existen y analizar si la gente consumiría determinado bien o servicio.
Algunas pistas para facilitarte una primera búsqueda de ideas.
- Piensa en tus puntos fuertes. ¿Cuáles son tus cualidades y habilidades más destacadas?
- Llama a tus amigos y conocidos. Pídeles ideas, y si se desempeñan en algún área de tu interés, organiza una reunión para hablar con mayor profundidad.
- Identifica qué productos o servicios te gustaría que le ofrecieran y averigua si existen en el mercado.
- Has una lista de los negocios que conoces y que te parecen interesantes y exitosos, piensa si se pueden mejorar o combinar con otros negocios.
- Si viajas, toma nota de los negocios que existen en el extranjero y no en tu país.
Realiza un análisis de Mercado
Esta es la etapa de investigación. Es tiempo de determinar si hay realmente una necesidad de mercado a la que su idea brinde una solución.
Esta etapa involucra además un “análisis competitivo” para identificar los posibles competidores. Ver lo que otros están haciendo puede ayudar para poder diferenciar su producto o servicio.
Los clientes potenciales
Antes de iniciar el negocio es necesario estimar cuántos pueden ser sus clientes, cuántos podrían comprar y qué precio están dispuestos a pagar. Para ello es necesario saber cuántas personas comparten la necesidad que su producto satisface; de ese grupo de personas cuántas estarán dispuestas a comprarle, y finalmente, quiénes efectivamente lo harán.
Emilio Acosta y Asociados.
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